Crees en el príncipe azul
»El día en el que conozca al hombre correcto, todo estará bien.» Me dijo una amiga hace unos días. En ese momento, me quedé en silencio, no porque no tuviera nada que decir, sino porque esta frase la escuchado muchas veces en mi vida, sobretodo en los últimos meses en los que he recibido mensajes de mujeres aquí en el blog. Y tu, crees en el príncipe azul?
Pero si ese día, no le respondí nada a mi amiga fué porque no tuve la suficiente valentía para derrumbar sus ilusiones. Decirle que no era un hombre el que iba a: arreglar su problema de baja autoestima, encontrarle un mejor trabajo, comprarle el apartamento que quiere pero que no se compra por si acaso conoce a un hombre…
Yo no le dije nada, porque esa idea de que el amor es la respuesta a todo está profundamente sumergida en nuestra cultura, y es ahí, según mi opinión, donde está uno de los mas grandes problemas a la hora de tener una relación de pareja bonita.
Error: pensar que la otra persona va llenar todos nuestros vacios y todo lo que nos falta.
No, no hay que esperar a que nuestra pareja nos llene y se convierta en todo nuestro universo. Y lo repito porque, incluso yo, necesito recordarlo a veces, porque yo tambien crecí bajo la sombra del príncipe azul. Durante toda mi adolesencia esperé conocer el muchacho perfecto que cambiaría mi vida, veía películas románticas, novelas, donde el protagonista siempre salva a la mujer.
Es una forma de pensar bastante perniciosa y solamente nos lleva a la decepción… porque siempre llega ese momento en la relación, en el que empezamos a ver que falta mucho de esto o que sobra mucho del otro.
Y en ese momento nos olvidamos completamente de todo lo que si va muy bien en nuestras vidas, e incluso si la otra persona nos repite los extraordinarios que somos…nos entra por una oreja y nos sale por la otra. Este es el limite de la vida en pareja, porque existe »una frontera» que la pareja no puede cruzar, asi quisiera. Ese espacio, nos pertenece, Despues de esa frontera, nos encontramos solos con nosotros mismos y nadie mas puede ayudarnos.
Si lo pensamos bien, es un poco ingrato de nuestra parte depositar nuestra felicidad entera y nuestro desarrollo personal en los hombros de un ser querido. Es una carga demasiado pesada para cualquier persona, es un verdadero atentado contra el amor. Yo pienso que hay que parar de una vez por todas de basar nuestras relaciones de pareja en idolatría y dependencia.
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Dejemos esa idea, en la que nuestra pareja debe obligatoriamente llenarnos en todos los aspectos, estaríamos menos decepcionados, tendríamos menos cosas que reprochar, dejaríamos de estar enojados con nuestra pareja por cosas que ni siquiera tienen nada que ver con ella.
Yo creo que la vida en pareja sería mas fácil si cada uno aceptara que el hecho de estar juntos no va a borrar, con una barita mágica, todas las maletas pesadas que cada uno carga desde que nació.
Lo que yo debí responderle a mi amiga, es que deje de ver a su futuro novio como su salvador. Le hubiera dicho que se compre ese apartamento que tanto quiere y que deje ese trabajo donde su jefe la hace sentir poca cosa. Le hubiera dicho que la llave de su felicidad, sólo la tiene ella. Sí, puede darle una copia de su llave a alguien y permitirle entrar en su vida, pero asegurarse primeramente que la llave principal es la que ella posee.

Ahora te invito a que salgas y preguntes crees en el príncipe azul?
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