La angustia y la ansiedad
La angustia y la ansiedad son dos conceptos muy relacionados tanto en psicología como en psiquiatría ya que los síntomas tienden a ser los mismos, así que por eso decidí contarles en el mismo articulo.
La angustia o la ansiedad se define como inquietud, miedo en exceso, irracional, sin medida con respecto a la realidad. Hace perder (o provoca el sentimiento de perder) a la persona que sufre, el control de todas sus emociones y actos.
Hay personas con mas riesgo de sufrir de angustia o ansiedad que otros. Por lo tanto es necesario saber que entre mas sensible eres, mas probabilidades tienes de padecer este problema. Aunque los problemas de ansiedad y angustia no solo se encuentran en personas sensibles, también se encuentran en personas que han vivido un gran trauma de miedo en algún momento de sus vidas.
Las personas que sufren de esto, desarrollan una actitud en la que huyen de todo lo que parezca o deje suponer algún peligro. Estas huidas tan repetitivas durante cualquier miedo (imaginario o no) solo incrementan el circulo vicioso de miedo en esa persona y la hace sufrir intensamente.
Una de las mas grandes características de un ansioso es que siempre se imagina lo peor. En la gran mayoría de los casos, los miedos del angustiado son infundados, se apoya mas de lo imaginario que de la realidad: Tiene miedo de tener miedo. Sin embargo sus dolores físicos y mentales son muy reales.
Los síntomas mas frecuentes son:
- Taquicardia. (aceleración del corazón)
- Dolores abdominales.
- Sensación de ahogo, falta de aire.
- Manos y pies adormecidos.
- Sudor excesivo durante momentos de calma.
- Vértigos.
- Tensión muscular.
- Sentimiento de amenaza constante.
- Incapacidad de actuar o por el contrario extremo nerviosismo.
- Presión y dolor en el pecho.
Cuando estos síntomas se vuelven fuertes e intensos, la vida de quien los padece se convierte en una pesadilla.
Es necesario que les cuente también que la angustia y la ansiedad son estados enfermos que pueden ser contaminantes, quiero decir transmitidos a otras personas, por ejemplo a los niños que no son ansiosos por naturaleza….
Así que puedo asegurarles que la ansiedad y la angustia son contagiosas ¡cuidado!