Madurar no es dejar de ser feliz
Madurar no es dejar de ser feliz – reflexiones diarias
Una madre miraba como crecía su hijo y se sentía triste de perder al niño que había sido. Ella no tenia miedo de verlo convertido en adulto pero los cambios, el enfrentamiento a la madurez y las transformaciones de la vida le parecían inútiles. A donde se había ido la persona sonriente, alegre y confiada que era cuando estaba niño?
Lo único que ella veía era un joven agresivo, arrogante e infeliz. Ella se daba cuenta lo difícil que estaba siendo para su muchacho el camino hacia la autonomia.
El no sabia como ubicarse y tenia muchas ganas de encontrar la solución para su destino. Un día su madre le recordó entonces suavemente que cuando estaba niño el era feliz y absorbía la vida con miles de sonrisas. También le dijo que se lamentaba que el hubiese dejado a un lado su buena actitud positiva. Le dijo que no era necesario dejar de ser feliz para demostrar que quería madurar.
Tarea para hoy: Comparto el don de bienestar y felicidad al cual todos los seres humanos tenemos derecho. No permito que mis responsabilidades y quehaceres borren la sonrisa de mi rostro
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