No culpes a tus padres
No culpes a tus padres por sus errores y te voy a explicar por qué:
Los seres humanos creamos nuestra personalidad a partir de dos principios: Lo que nos enseñan y las sensaciones que experimentamos como lo que vivimos. Por eso dos hermanos que vivieron en el mismo lugar y bajo las mismas circunstancias, pueden llegar a ser completamente diferentes. Porque su experiencia ante acontecimientos positivos y negativos pueden ser interpretados y sentidos de manera diferente…Por lo tanto aunque los padres si tienen bastante influencia sobre nosotros, no tienen el control total de nuestras emociones.
Tenemos que recordar que nuestros padres también son seres humanos como todos y no tienen el conocimiento absoluto, así que no pueden escapar del error. La vida es un camino en el que se aprende cada día y estoy convencida de que si nuestros padres hubiesen sabido hace 10, 20 o 30 años atrás lo que hoy saben, habrían actuado de manera diferente, así que no seas tan severo con ellos…Ellos hicieron y continúan haciendo lo mejor que pueden con las herramientas y el conocimiento que tienen a su disposición.
Durante la niñez nuestros padres son lo mejor del mundo, en la adolescencia para algunos los padres suelen convertirse en lo peor del mundo, algo que debería arreglarse a la edad adulta. Sin embargo, conozco adultos que aun siguen culpando a sus padres por la vida desdichada o lo desgraciados que se sienten… La verdad es que como adultos tenemos dos opciones: Lamentarnos por nuestra suerte y por los errores de nuestros padres o decirnos, es verdad cometieron este y este error pero ¿Qué hago yo con esto ahora para corregir mi vida?
Ademas, nuestros padres no solo tienen defectos, si lo piensas bien, muchos de tus valores, muchas de tus mas hermosas cualidades las aprendiste de ellos. Es mas, puede que hasta en algunos casos tus defectos sean opuestos a los de ellos y te hayan ayudado.
¿Qué harás ahora? enséñale a tus hijos todo lo bueno que aprendiste de tus padres e intenta corregir ahí donde tal vez ellos fallaron, pero en unos años también te darás cuenta que aunque trates de hacerlo bien, tu también habrás cometido errores con tus propios hijos.
No hay padres perfectos, solamente padres llenos de mucho amor y de buenas intenciones.